¿Cómo será la economía del futuro?
- ¿hacia una economía circular? -
Mientras que el año 2020 ha puesto patas arriba nuestros hábitos, 2021 se perfila como un punto de inflexión y algunos gobiernos lo han entendido. Poco a poco se van definiendo políticas de recuperación y hay un interés renovado por la circularidad. Entonces, ¿realidad o ficción?
En este artículo presentamos las últimas decisiones políticas a favor de la economía circular y analizamos el impacto real de estas nuevas prácticas en nuestra vida cotidiana.
Adoptar una economía circular
Este año, podemos identificar varios planes de acción en favor de la economía circular. En efecto, Europa con Luxemburgo, Japón y China adoptan medidas enérgicas para participar en la regeneración de los ecosistemas.
10 años. Este es el tiempo que Europa se ha dado, el 9 de febrero, para alcanzar los nuevos objetivos de reducir la huella medioambiental de los productos en su mercado en el marco del Plan de Economía Circular. Desde el desarrollo del ecodiseño hasta la evitación de la obsolescencia programada, el objetivo es mejorar la durabilidad y la reparabilidad de los productos. Las medidas afectan principalmente a siete sectores clave: la industria plástica y textil, los residuos electrónicos, los alimentos, el agua y los nutrientes, los envases, las baterías y los vehículos y, por último, los edificios y la construcción.
Luxemburgo no ha esperado a las nuevas medidas europeas para iniciar su transformación. Podemos decir que las autoridades luxemburguesas han dado a conocer su nueva estrategia para un país circular con ventaja. En proporción a su tamaño, el país tiene una huella ecológica relativamente grande. Sin embargo, Luxemburgo parece haber encontrado la solución: aplicar los siete pilares de la economía circular. Calificada como "plataforma de pruebas", los resultados no están garantizados, pero una cosa es segura: las prácticas cambiarán.
En el continente asiático también hay un punto de inflexión. En el marco de su Semana de la Economía CircularJapón está organizando una mesa redonda que se celebrará en el Foro Económico Mundial. Esta nueva y prometedora colaboración acelerará sin duda la circularidad y dará lugar a decisiones firmes en los próximos años. El Reino Medio anuncia colaboraciones internacionales en el ámbito de la eficiencia energética y la energía verde. De hecho, en su circular del 22 de febrero, el Consejo de Estado chino se propone adoptar medidas para construir un sistema económico más ecológico, descarbonizado y circular. La primera fecha límite es 2025; los sectores de la industria, la energía y el transporte serán objeto de importantes cambios. China debería así completar su metamorfosis y aplicar sus nuevas prácticas en 2035.
Se perfila, pues, una verdadera dinámica para las grandes potencias mundiales, y esperemos que los resultados estén a la altura de los esfuerzos prometidos.
Siguen existiendo algunos fallos en los sistemas
La concienciación es cada vez mayor y las políticas están cambiando, pero detrás de estos compromisos oficiales, ¿existe una verdadera actions?
A menudo oímos críticas al gobierno europeo por la lentitud de sus procedimientos administrativos. Actions tarda en ponerse en marcha y las decisiones se debaten entre los Estados miembros. Los objetivos están ahí, las medidas se toman, pero ¿y actions? La Comisión Europea, fuerza política supranacional, dirige y orienta las políticas de los Estados miembros: es lo que se llama un sistema "de arriba abajo". Esto limita la flexibilidad de los Estados, que tienen dificultades para imponerse y tomar iniciativas. Por el contrario, a pesar de cuatro años bajo la administración Trump y la retirada del Acuerdo de París, los estadounidenses han seguido tomando medidas a favor del clima. Como reflejo de esta dinámica, la "coalición "America's pledgecreada en 2017, cuantifica la actions de actores no estatales estadounidenses para reducir sus emisiones de GEI con el fin de cumplir con el Acuerdo de París. Por último, han surgido multitud de movimientos de estados, ciudades, empresas u otros actores comprometidos. Según el informe Accelerating America's Pledge elaborado por la Universidad de Maryland y el Rocky Mountain Institute, el 65% de los estadounidenses participan en este tipo de coaliciones. Esta estrategia "de abajo arriba " aprovecha el liderazgo ascendente que proporciona el importante poder otorgado a los estados.
No se trata de ensalzar las virtudes de un sistema estadounidense perfecto. Lo importante es el efecto mariposa que permite. Debemos darnos cuenta de que no hay nada mejor que las iniciativas colectivas sobre el terreno y concretas actions a diario.
Al final, la pregunta no es: "¿a qué esperamos para actuar? "sino "¿a quién estamos esperando? ". Como dice muy bien la leyenda del colibrí: a cada uno le corresponde hacer su parte.
Pequeños pioneros verdes
Mientras las grandes potencias dominan los titulares con la publicación de nuevas medidas para cambiar el comportamiento, algunos gobiernos llevan varios años trabajando en silencio. En los países que desean adoptar una economía sostenible, están los que legislan y los que actúan.
Algunos territorios se han convertido silenciosamente en pequeños paraísos verdes. Ruanda, por ejemplo, fue el primer país en prohibir las bolsas de plástico en 2008. prohibir las bolsas de plástico en 2008 y sustituirlas por bolsas biodegradables fabricadas con materiales naturales como algodón, fruta o fibra de papiro. Además, un sábado al mes, ruandeses de entre 18 y 65 años unen sus fuerzas para recoger residuos, plantar árboles o renovar infraestructuras públicas: es el "día de Umuganda". Además, un ambicioso proyecto marca este año 2021: la creación de un barrio 100% ecológico a pocos kilómetros de Kigali. Esta microciudad llamada"Wakanda" debería estar lista a finales de año.
Desde un punto de vista más turístico, Costa Rica quiere ser un destino verde. Desde hace 30 años, el país trabaja para recuperar su ecosistema forestal protegiéndolo drásticamente y replantando millones de árboles. Ha sido un éxito, ya que los bosques cubren ahora casi el 60% del territorio.
Por último, Bután ha hecho de la protección del medio ambiente su prioridad. Con sus montañas y bosques, este pequeño territorio en el corazón de Asia absorbe tres veces más CO2 del que emite, toda una proeza en una época de consumo masivo. Y eso no es todo: el 100% de la energía que consume procede de fuentes hidroeléctricas y el 80% de su agricultura es ecológica.
Desgraciadamente, las prioridades no son las mismas en todo el planeta y mientras unos se esfuerzan por regenerar los ecosistemas, otros siguen destruyéndolos. Las políticas orientadas a las empresas, la presencia de corrupción o la falta de medios económicos... hay un amplio abanico de causas y nada puede darse por sentado.
Más que nunca, es necesario adoptar el pensamiento sistémico para comprender e identificar los motores del cambio. Hay muchos retos, pero los ecosistemas están vinculados y no hay iniciativas pequeñas. Además, el punto fuerte de la economía circular es que basta una buena idea para tener un impacto diez veces mayor.